Nuestros paso por posada Los Juncos, no nos dejo mas que ganas de volver. Nos hospedamos 5 noches, de las cuales, todas fueron buenas y sin problemas. Es un lugar que te invita a desconectarte, pero a su vez a sentirte “como en casa”. Te invita a formar nuevos lazos con otros huéspedes. Es una casona de mas de 70 años, y esta ambientada como tal, no hay tv, pero de eso se trata no? De desconectar del mundo , abrir un poco las cortinas y ver el hermoso paisaje de nuestra Patagonia Argentina! Estuvimos alojados en la habitación “agua”, con una cama sumamente cómoda y baño con agua caliente constante, ambos pudimos ducharnos sin tener que correr para que al otro no le salga fría. El desayuno que brindan es SUPER abundante, en época de pandemia, ninguna cabaña/ hotel, nos ofreció desayuno, en la posada fue el primero con variedad y todo casero, desde las medialunas, hasta los scons de queso. Donde se sirve el desayuno, podes almorzar o cenar, la cocina esta abierta para usar lo necesario para cocinarte algo o calentar comida que se compre de pasada a la vuelta de alguna excursión. También hay un honesty bar, donde hay variedad de bebidas, frías, calientes, con alcohol, sin alcohol, café, te etc. simplemente te servís, lo anotas y al hacer el check out se cobra aparte. Cuenta con una hermosa biblioteca y hasta con juegos para grandes y chicos. Si bien la posada se encuentra a 20 km del centro, nosotros buscamos escaparnos del tumulto de gente, y Los Juncos nos dio eso. Cabe destacar, que unos km cercanos a la misma, hay restos para comer a los que se puede ir sin necesidad de ir hasta el mismo centro de Bariloche. Finalmente, destacamos mas que nada, la calidez humana y atención de Lucia y Lucas (anfitriones de la posada) quienes estuvieron siempre atentos tanto a nuestras necesidades como a la de los otros huéspedes, a recomendar lugares y estar para ayudarlo a uno. Gracias por hacernos sentir como en casa! Sin duda, un lugar al que volveremos!
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